Linterna de Popa 492
Jorge Baca Campodónico
Mayo de 2025
Los 100 primeros días de Trump
¿Éxito o fracaso?
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025 marcó un nuevo capítulo en la política estadounidense. Tras una campaña electoral polarizada, su segundo mandato comenzó con una serie de decisiones que reflejaban su estilo de gobierno: medidas ejecutivas rápidas, confrontaciones con sus opositores y un enfoque agresivo en política exterior y económica.
Desde el primer día, Trump firmó más de 140 órdenes ejecutivas, superando el récord histórico de cualquier otro presidente en sus primeros meses de gobierno. Entre sus medidas más destacadas estuvo la intensificación de la política migratoria, incluyendo la declaración de emergencia nacional en la frontera sur y el aumento de deportaciones. Estas acciones han reforzado el control fronterizo y han reducido significativamente la inmigración irregular. Sin embargo, estas políticas han generado incertidumbre entre inmigrantes ya establecidos en EUA y en estudiantes extranjeros universitarios, que han visto anuladas sus visas en forma unilateral.
Respecto a su política exterior Trump adoptó una postura de confrontación en el escenario internacional que no han logrado terminar las guerras en forma inmediata. Su política ha sido zigzagueante desde una posición amenazante para Ucrania y líderes europeos y complaciente con Rusia e Israel, ha pasado a una política de apoyo a Kiev y endurecimiento con Moscú.
La creación del departamento de eficiencia gubernamental (DOGE) con el objetivo de reestructurar el gobierno federal, eliminar regulaciones innecesarias y contener gastos para reducir el déficit fiscal ha tenido resultados mixtos. Se ha impulsado la digitalización y optimización de procesos administrativos, mejorando la eficiencia en el manejo de datos y pagos federales. Algunas de sus medidas, como el cierre de agencias estatales como USAID, han generado críticas por su impacto en programas internacionales de ayuda.
En el ámbito económico, impuso aranceles agresivos a China, México y la Unión Europea, justificándolos como una estrategia para proteger a los trabajadores estadounidenses y reducción de los déficits gemelos. Sin embargo, estos aranceles han provocado una contracción del PIB del 0,3% en el primer trimestre de 2025 consecuencia de un adelanto significativo de las importaciones. Además, su enfoque proteccionista en comercio internacional generó incertidumbre en los mercados financieros. La imposición de aranceles de hasta 50% a varios países llevó a una revisión a la baja del crecimiento económico global, afectando la confianza en la estabilidad de la economía estadounidense.
A nivel interno, la aprobación de Trump cayó significativamente en sus primeros 100 días. Encuestas revelaron que su manejo económico y su política exterior generaron preocupación entre los ciudadanos, especialmente por el aumento de precios y la volatilidad del mercado financiero.
La mayoría de los analistas económicos proyectan un escenario apocalíptico respecto a la evolución de la economía estadounidense y del comercio internacional. Lo cierto es que existe una gran carga de subjetividad producto de la polarización de la opinión pública.
Existen dos tipos de datos utilizados por los analistas económicos. Los datos duros (“hard data”) y los datos suaves (“soft data”). Los datos duros corresponden a los datos estadísticos oficiales que muestran objetivamente la evolución de las variables macroeconómicas. Los datos suaves corresponden a los datos que miden las expectativas de los agentes económicos y son altamente subjetivos. Sin embargo ambos datos se utilizan para la elaboración de las proyecciones económicas. Los datos duros definen tendencias, mientras que los datos suaves definen cambios esperados en el futuro.
En el caso de EUA, esta semana se divulgaron los resultados del primer trimestre de 2025 que nos permiten tener una primera visión del impacto de la política de Trump. En el caso de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios los resultados hasta el primer trimestre nos indican claramente que los importadores americanos han aumentado sus comprar adelantándose a la imposición de los aranceles. Por su parte, las exportaciones de los EUA no han experimentado una significativa retracción. ¿Qué se espera para lo que resta de 2025 y el 2026? Se espera una significativa retracción de las importaciones a niveles de las importaciones de 2024 tanto por los mayores precios a pagar como por el uso de stocks y por la sustitución de importaciones por producción doméstica. En lo que respecta a las exportaciones de EUA, estas deben crecer lentamente en 2025 y luego acelerarse como resultado de las negociaciones bilaterales de comercio que se concreten en 2026. Como consecuencia se espera una reducción significativa del déficit comercial de 1,000 millones de US$ a menos de 400 millones (ver Gráfico 1).

En lo que respecta al déficit fiscal de los EUA, los resultados del primer trimestre indican una ligera reducción del acumulado de los últimos 12 meses de 2,500 billones de dólares a 2,400. Para lo que resta de 2025 y el 2026 se espera que como consecuencia del aumento de la recaudación tributaria producto del incremento de los aranceles y los ahorros a lograr como resultados de las medidas de contención de gastos iniciadas por el DOGE y la aprobación del nuevo presupuesto por el Congreso. ¿A cuánto ascendería la reducción del déficit durante 2025 y 2026? En el Gráfico 2 se presenta la evolución del resultado fiscal acumulado en los últimos 12 meses en billones de US$. Se espera que el déficit fiscal se reduca a mil millones en 2025 y a 700 millones en 2026. Estos resultados permitirían controlar el crecimiento de la deuda pública con relación al PBI y desacelerar la colocación de bonos del tesoro contribuyendo a reducir la presión sobre las tasas de interés y el valor del dólar. Estos resultados dependerán del manejo monetario del FED para controlar el shock inflacionario que debe generar el aumento de aranceles.

¿Podrán los aranceles y el DOGE generar los recursos necesarios para reducir el déficit fiscal? En el Gráfico 3 se muestra la evolución de la recaudación por aranceles para el periodo I-T 2016 – I-T 2025 y su proyección para lo que resta de 2025 y el 2026. Observamos que en el primer periodo de gobierno de Trump, el aumento de aranceles permitió elevar la recaudación de 150 billones anuales a 400 billones en 2022 (su aumento fue interrumpido temporalmente por la pandemia). El relajamiento de los aranceles durante la administración Biden redujo la recaudación a 300 billones pero estos han comenzado a repuntar en el I-T de 2025.

Se estima que con las medidas arancelarias de Trump eleven la tasa efectiva promedio (arancel promedio a todas las importaciones) de los actuales 2.7% a 9%, lo que significaría triplicar la actual tasa. Si tomamos en cuenta la reducción de importaciones producto de la elevación de los aranceles, se podría esperar que la recaudación por impuesto a las importaciones pase de los actuales 350 billones a 900 billones, es decir un aumento neto de la recaudación de 550 billones que contribuiría significativamente a la reducción del déficit fiscal. Todo dependerá si el aumento de recaudación va acompañado de la reducción de gastos públicos contemplados por el DOGE y la contención de gastos de defensa y de seguridad social que son los componentes más significativos del gasto público de los EUA. (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).