Linterna de Popa 473

Linterna de Popa 473

Jorge Baca Campodónico

Diciembre de 2024

Déficit Fiscal, Deuda Pública y Regla Fiscal

¿Nueva Normalidad?

Tal como lo pronosticamos meses atrás, este año el gobierno incumplirá, por segundo año consecutivo, la regla fiscal. En 2023 el marco macroeconómico multianual (MMM) proyectaba un déficit de 2.4% del PBI, pero la caída de los ingresos, consecuencia de la recesión, generó un déficit de 2.8% lo cual se tradujo en el rompimiento de la regla fiscal (déficit tope de 1%) en dicho año. En 2024, el MEF, en lugar de plantear una reducción de los gastos o una elevación de impuestos como lo manda la ley de transparencia, recurrió al Congreso para que lo autorizara a modificar la regla fiscal y elevar la meta del déficit de 2024 a 2.8%.

Excediendo ampliamente esta autorización, el déficit para este año será de alrededor de 3.7%, muy por encima del 2.8% autorizado por el Congreso, que de por sí excedía la regla fiscal. Lo mas grave es que, a pesar de que esta situación ya se veía venir, el MMM para 2025-2028 contempla un déficit fiscal de 2.2% superior al 2.0% contemplado en el MMM de 2024-2027. Una vez mas el MEF posterga el cumplimiento de la meta original de la regla fiscal de un déficit de 1.0% del PBI. Esta vez la meta se lograría solo en 2028.

En el Gráfico 1, se presentan las proyecciones del Déficit Público (como % del PBI) contenidos en los MMM desde el año 2016. Observamos que, desde ese año, la regla fiscal original de que el déficit fiscal no supere el 1% del PBI, nunca se ha cumplido. Año tras año, el MEF en sus MMM define una nueva trayectoria de convergencia del déficit al 1%, pero estas trayectorias de convergencia (que se observan en el gráfico como líneas cortas de 3 años de duración, que buscan acercarse al déficit de 1% del PBI), nunca se cumplen. Hasta antes de la pandemia se registraron esfuerzos de convergencia a la regla fiscal del 1%. Después de la pandemia, salvo el periodo 2021—2022 en el que los ingresos fiscales se vieron beneficiados por los elevados precios de los minerales, poco se ha hecho por volver a la meta del 1%, especialmente por el lado de los gastos.

El continuo deterioro del déficit fiscal de los últimos años revela problemas de sostenibilidad fiscal en el mediano plazo. La sostenibilidad fiscal se define como la capacidad de un país para financiar sus gastos y compromisos a largo plazo, sin comprometer su estabilidad financiera ni su capacidad de pago. El presupuesto aprobado para el 2025 no revela propósito de enmienda. La trayectoria de convergencia del déficit fiscal al 1% del PBI del MMM es poco creíble si no se contemplan reducción de gastos públicos o una reforma tributaria integral. Con el argumento de que se requiere mayor gasto público para propiciar el crecimiento del PBI se está poniendo en peligro la sostenibilidad fiscal que ha sido uno de los pilares del modelo económico peruano.

¿Cómo impactan los crecientes déficit fiscales? El impacto directo se da sobre los niveles de la deuda pública. En el Gráfico 2 se presentan las proyecciones de la deuda pública (como % del PBI) contenidos en los MMM desde 2016. La regla fiscal señala que la deuda no debe superar el 30% del PBI. Observamos que, hasta antes de la pandemia, las proyecciones de la deuda publica contenidas en los MMM se encontraban por debajo de la línea del 30% del PBI, cumpliendo con la regla fiscal. Sin embargo, en el período postpandemia, los niveles de la deuda pública se han elevado, excediendo la regla fiscal.

Las proyecciones de la trayectoria descendente de la deuda pública como porcentaje del PBI de los últimos MMM son poco creíbles, dados los elevados déficits fiscales que se vienen registrando y el magro crecimiento de la economía esperado para los próximos años.  Después de la ligera reducción de la deuda en los años 2022 y 2023 producto de los favorables precios de los minerales y la recuperación económica postpandemia, la deuda pública viene creciendo sostenidamente y ya se encuentra por encima del 34% del PBI.  

El problema es que la nueva deuda, concertada a tasas de interés cada vez mayores, crea una realimentación a la dinámica de la deuda pública. Los mayores intereses de la deuda, en un escenario de bajo crecimiento del PBI y ausencia de consolidación fiscal, alimentan el déficit fiscal y contribuyen a un círculo vicioso de mayor deuda – mayores intereses. Este círculo vicioso puede hacer crecer la deuda en forma exponencial y, de no mediar una fuerte consolidación fiscal, puede devenir en una crisis económica de funestas consecuencias.

El argumento de que el nivel de la deuda pública en nuestro país es muy bajo no debe servir de justificación para permitir elevados déficits fiscales. Los que nos debe preocupar es el ritmo de crecimiento de la deuda pública en los últimos años. Un crecimiento de 4 puntos porcentuales del PBI por año nos llevaría en 3 años a superar la barrera del 50% de deuda pública/PBI que es considerada por muchos como punto de no retorno para una crisis económica.

Hay que tomar en cuenta que, cuanto mas tiempo se posterguen los ajustes necesarios para reducir el déficit fiscal, su costo social será cada vez mayor. El gobierno, a pesar de sus ínfimos niveles de aprobación, debe buscar un consenso político que le permita realizar los ajustes necesarios para evitar que el siguiente gobierno encuentre una situación mucho más difícil de manejar. Los partidos de oposición y los medios de comunicación deberían apoyar esos ajustes por su propia conveniencia, estando ad portas de la próxima contienda electoral. Nuestras autoridades tienen la palabra. (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).

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