Linterna de Popa 464
Jorge Baca Campodónico
Octubre de 2024
Políticas de estabilización y políticas de crecimiento económico
¿Complementarias o contrapuestas?
Las políticas de estabilización económica son implementadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central (BCRP) para suavizar las fluctuaciones cíclicas de la economía y mantener un entorno macroeconómico estable. En contraste, las políticas de crecimiento o desarrollo económico se orientan a fomentar el aumento sostenible del Producto Bruto Interno (PBI), mejorar los estándares de vida y reducir la pobreza.
Las políticas de estabilización se implementan mediante políticas fiscales y monetarias. Las políticas fiscales las aplica el MEF definiendo el nivel de gasto público y los impuestos. Durante las recesiones económicas, los gobiernos pueden aumentar el gasto o reducir los impuestos para estimular la demanda y la actividad económica (política fiscal expansiva) y durante períodos de sobrecalentamiento o inflación, los gobiernos deben reducir el gasto o aumentar los impuestos para enfriar la economía (política fiscal contractiva). Por ejemplo, los paquetes de estímulo desplegados durante la pandemia de COVID-19 fueron la aplicación una política expansiva clásica.
Los países definen límites que los déficits fiscales no deben exceder y, cuando esos niveles se exceden, deben aplicar políticas de estabilización. El efecto de las políticas de estabilización fiscal en el Perú se muestra en el Grafico 1, donde se presenta la evolución del déficit del gobierno central como porcentaje del PBI. Observamos que hasta 1990 el déficit se encontraba fuera de control superando el 12% del PBI, lo que desencadenó la hiperinflación. A partir del cambio de modelo económico con Alberto Fujimori se inició una férrea política de estabilización que llevo al país a generar superávits durante el periodo 2006-2012. Sin embargo, a partir de 2014 esta tendencia se ha revertido. Si descontamos el efecto de la pandemia, en términos de déficit fiscal hemos retrocedido a niveles del año 2000, revelando el fracaso de las políticas de estabilización fiscal que ha venido practicando el MEF.
Las políticas monetarias son ejercidas por el BCRP utilizando herramientas como la tasa de interés de referencia, las operaciones de mercado abierto y los requerimientos de reservas (encajes), para controlar la oferta monetaria e influir el nivel de la actividad económica. La reducción de la tasa de referencia puede estimular el endeudamiento y la inversión (política monetaria expansiva), mientras que el aumento de la tasa de referencia o de los niveles de encaje pueden ayudar a contener la inflación (política restrictiva). La respuesta del BCRP a la elevación de la inflación en 2022, mediante importantes aumentos en la tasa de referencia, es un ejemplo de política de estabilización monetaria.
El objetivo las políticas monetarias de estabilización es el control de la inflación, como se muestra en el Gráfico 2. La férrea disciplina fiscal y la prohibición al BCRP de otorgar préstamos al sector público permitió reducir la inflación, partiendo de las estratosféricas tasas registradas a inicio de los noventa hasta alcanzar tasas inferiores al 4% a finales de 1998. A partir de esa fecha la política monetaria del BCRP ha permitido estabilizar la inflación alrededor del rango meta (entre 2 y 3%), salvo en los periodos de crisis financiera mundial (2008-2009) y la post pandemia (2021-2022).
Las políticas de crecimiento o desarrollo económico están orientadas a fomentar el aumento de la capacidad productiva de un país en el largo plazo, para mejorar los niveles de vida de la población, a través de la creación de un entorno propicio para el desarrollo económico sostenible. Las políticas de crecimiento económico incluyen: (i) Inversión en infraestructura (carreteras, puentes, puertos, telecomunicaciones) para mejorar la productividad y facilitar las actividades comerciales. Países como China han invertido masivamente en infraestructura para respaldar el rápido crecimiento económico. (ii) Educación y desarrollo de la fuerza laboral. Invertir en educación y capacitación garantiza una fuerza laboral más capaz, lo que impulsa la innovación y la productividad. Por ejemplo, el énfasis de Corea del Sur en la educación ha desempeñado un papel crucial en su transformación en una economía de altos ingresos. (iii) Innovación y tecnología. Fomentar la investigación y el desarrollo (I&D) induce avances tecnológicos que pueden impulsar el crecimiento económico. Estados Unidos, con sus importantes inversiones en investigación y desarrollo, particularmente en sectores tecnológicos como Silicon Valley, ejemplifica este enfoque. (iv) Reformas regulatorias e institucionales que contemplen la simplificación de las regulaciones comerciales, la protección de los derechos de propiedad y la garantía de la estabilidad política crean un clima de negocios favorable. Muchos países han experimentado mejores trayectorias de crecimiento después de implementar tales reformas y mejorar su clima de negocios.
El éxito de las políticas de crecimiento económico se mide por el crecimiento del PBI potencial que mide la capacidad de crecimiento definida como función de tres factores, crecimiento de la productividad, crecimiento del stock de capital (inversiones) y crecimiento de la fuerza laboral (capital humano).
En el Gráfico 3 se presenta la evolución trimestral del crecimiento del PBI Potencial (en rojo) para el periodo 1985 – II T-2024. Como referencia se ha incluido el crecimiento del PBI observado (en azul). Las oscilaciones del PBI observado alrededor del PBI Potencial se definen como el ciclo económico (las políticas de estabilización tratan de reducir la amplitud de estos ciclos a fin de evitar presiones inflacionarias o recesión de la economía), pero las políticas de crecimiento definen la tendencia del PBI potencial. Observamos que durante el gobierno de Fujimori el crecimiento del PBI potencial llegó a 6% anual. Después de la desaceleración producida por la inestabilidad política en los primeros años de siglo 21, el crecimiento del PBI potencial durante el segundo gobierno de Alan García llegó a 7.1% anual. Sin embargo, los gobiernos posteriores han venido reduciendo el ritmo de crecimiento del PBI potencia hasta llegar en la actualidad (II T de 2024) a un mero 2% anual, lo cual revela el fracaso de estos gobiernos en plantear políticas acertadas de crecimiento económico.
Si bien las políticas de estabilización y crecimiento tienen diferentes propósitos, están intrínsecamente conectadas. Las políticas de estabilización pueden crear el entorno económico necesario para que las políticas de crecimiento sean eficaces. Por ejemplo, mantener una inflación baja y condiciones económicas estables a través de políticas monetarias y fiscales sólidas proporciona la previsibilidad que las empresas necesitan para invertir y expandirse.
El éxito de las políticas de crecimiento contribuye a la estabilidad económica. Una economía más productiva y diversificada es menos vulnerable a las perturbaciones, lo que reduce la necesidad de intervenciones frecuentes de estabilización. Por ejemplo, un país que ha diversificado su economía en varios sectores (como los servicios, la manufactura y la tecnología) probablemente experimentará un desempeño económico más estable con el tiempo.
Las políticas de estabilización y crecimiento económico son herramientas esenciales en el arsenal de un gobierno para administrar la economía. Mientras que las políticas de estabilización se centran en las fluctuaciones económicas a corto plazo, las políticas de crecimiento tienen como objetivo el desarrollo a largo plazo, el aumento de la productividad y la reducción de la pobreza. La interacción entre estas políticas garantiza un enfoque equilibrado para lograr la estabilidad económica y el crecimiento, lo que en última instancia conduce a la reducción de la pobreza, mejores niveles de vida y desarrollo sostenible. (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).