Linterna de Popa 481

Linterna de Popa 481

Jorge Baca Campodónico

Febrero de 2025

La importancia de priorizar la inversión pública para un crecimiento regional equilibrado

¿Estamos priorizando la inversión pública en las regiones?

El MEF no solamente es responsable por administrar los recursos del Estado dentro del marco del presupuesto público, minimizando el déficit fiscal y el endeudamiento. Una función importante del MEF es la priorización de la inversión pública, buscando no solo aumentarla sino mejorar su calidad y su asignación. Limitar el déficit fiscal y cumplir la regla fiscal son claves para la estabilización de la economía en el corto plazo. La inversión pública es crucial para el desarrollo socioeconómico de largo plazo.

Al asignar eficazmente recursos a los sectores de infraestructura, educación y salud, los gobiernos pueden garantizar un crecimiento sostenible y equilibrado en diferentes regiones y grupos demográficos. Priorizar estas inversiones en función de la ubicación geográfica y la demografía de la población es esencial para reducir las disparidades, promover la equidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Promover un crecimiento regional equilibrado requiere una asignación estratégica y equitativa de la inversión pública que aborde las disparidades regionales, aproveche las fortalezas locales y fomente el desarrollo sostenible. Al priorizar las necesidades de las regiones menos desarrolladas, apoyar la diversificación económica y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, los gobiernos pueden crear un marco de desarrollo inclusivo que beneficie a todos los ciudadanos.

El desarrollo de la infraestructura incluye redes de transporte, sistemas de energía, suministro de agua y saneamiento y tecnologías de comunicación. La inversión en infraestructura, teniendo en cuenta la ubicación geográfica y la demografía, debe orientarse a que todas las regiones, independientemente de su situación económica, puedan acceder a servicios y oportunidades esenciales.

Las redes de transporte eficientes conectan las zonas remotas y rurales con los centros urbanos, lo que facilita el movimiento de mercancías y personas. Un suministro de energía fiable y asequible es fundamental para la industrialización, las actividades comerciales y las necesidades de los hogares. El acceso al agua potable y a instalaciones de saneamiento adecuadas es esencial para la salud y el bienestar públicos. Ampliar el acceso a Internet de alta velocidad y a los servicios digitales puede permitir el trabajo a distancia, la educación en línea y el comercio electrónico, reduciendo la brecha digital entre las zonas urbanas y rurales.

La educación es un derecho fundamental y una poderosa herramienta para la movilidad social y económica. La inversión pública en educación debe priorizarse en función de la ubicación geográfica y la demografía para cerrar la brecha educativa y brindar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos. Las inversiones en la construcción y mejora de escuelas en regiones remotas y desfavorecidas pueden garantizar que los niños de todos los orígenes tengan acceso a una educación de calidad.

El acceso a servicios de salud de calidad es esencial para una población sana y productiva. La inversión pública en infraestructura de salud, atención preventiva e investigación médica debe priorizarse en función de la ubicación geográfica y la demografía para abordar las disparidades de salud y mejorar los resultados generales de salud. La construcción y mejora de hospitales, clínicas y centros de salud en regiones desatendidas puede garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de salud esenciales. La inversión pública en programas de atención preventiva, como la inmunización, la salud materno infantil y la educación sanitaria, puede reducir la incidencia de enfermedades prevenibles y mejorar la salud de la población.

Promover el crecimiento regional requiere un enfoque multisectorial que aborde las necesidades y desafíos únicos de las diferentes regiones. Otorgar más poder de decisión a los gobiernos regionales y locales puede garantizar que las políticas y las inversiones se adapten a las necesidades específicas de cada región. Proporcionar a las regiones un mayor control sobre sus ingresos y gastos puede mejorar la eficiencia y la eficacia del gasto público.

¿Como priorizar la inversión pública? Se requiere realizar evaluaciones integrales para comprender las condiciones socioeconómicas, las brechas de infraestructura y las necesidades de desarrollo de las diferentes regiones. Identificar regiones con disparidades significativas en el acceso a servicios básicos, como atención médica, educación, transporte y servicios públicos. Asignar una mayor proporción de la inversión pública a las regiones menos desarrolladas y marginadas para reducir las desigualdades. Hay que asegurar que las inversiones beneficien a las poblaciones vulnerables y desfavorecidas, incluidas las comunidades rurales, los grupos indígenas y los hogares de bajos ingresos.

Se debe buscar que las inversiones en infraestructura, educación y salud se complementen entre sí para maximizar el impacto y la eficiencia. Para ello se requiere fortalecer la capacidad de los gobiernos regionales y locales para gestionar e implementar eficazmente las inversiones públicas, incidiendo especialmente en mejorar la calidad de los funcionarios encargados de administrar los programas y proyectos de inversión, mediante una exigente selección y capacitación. Involucrar a las comunidades locales en el proceso de planificación y toma de decisiones para garantizar que las inversiones se alineen con sus necesidades y prioridades.

Un aspecto clave para optimizar la inversión pública consiste en establecer métricas e indicadores claros para monitorear el progreso y el impacto de la inversión pública. Realizar evaluaciones periódicas para identificar éxitos, desafíos y áreas de mejora. Garantizar la transparencia en la asignación y utilización de fondos públicos a través de iniciativas de datos abiertos y presentación de informes públicos. Implementar mecanismos sólidos de rendición de cuentas para prevenir la corrupción y garantizar que las inversiones obtengan los resultados previstos.

¿Cómo se realiza la priorización de la inversión pública en el Perú? El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) fue creado para realizar la priorización de la inversión pública. Lamentablemente el SNIP fue desactivado en el periodo de Kuczynski y Vizcarra y remplazado por un sistema de brechas que adolece de serias deficiencias en materia de priorización de recursos. La creación de ProInversión para atraer inversión a través de Asociaciones Público Privadas (APP) y Obras por impuestos (OxI) no remplaza la labor del SNIP. Como consecuencia la priorización de la inversión pública adolece de serios defectos.

En la Tabla 1, utilizando los datos del SIAF del MEF se presenta la distribución regional de la inversión pública programada en los presupuestos para el periodo 1999 – 2025. El monto total está expresado en soles constantes del 2007. Su estructura porcentual nos revela que la inversión pública en ese período se ha concentrado excesivamente en Lima, Cusco, Ancash, Piura, Puno y Cajamarca en desmedro de las regiones de Junín, Callao, Ica, y Lambayeque.

Si exceptuamos la región de Lima, esta distorsión se mantiene si la inversión pública la expresamos en términos per cápita. La introducción del esquema OxI viene contribuyendo a una mayor distorsión en la priorización y asignación de la inversión pública como lo demostramos en una entrega anterior. El actual ministro proviene de ProInversión y por lo tanto está familiarizado con el tema. El problema con la inversión pública no solamente es su cantidad sino también su calidad y priorización.  (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).

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