Linterna de Popa 023

Linterna de Popa 23

Jorge Baca Campodónico

Febrero de 2016

La Pobreza Monetaria

Proyecciones de la pobreza al 2021

En nuestra última entrega analizamos con preocupación el crecimiento exponencial de los gastos corrientes del sector público en desmedro de los gastos en inversión. La priorización de la inclusión social (gastos en programas sociales) sobre el crecimiento económico (inversión pública) es la política adoptada por el gobierno de Humala para reducir la pobreza. El gobierno parte de la premisa que el crecimiento económico es importante pero no fundamental para la reducción de la pobreza. Para ilustrar esta posición el gobierno mantiene que la reducción de la pobreza de 23.9% (de la población total) en el 2013 a 22.7% en el 2014 se explica en más del 80% por los gastos sociales y que el crecimiento económico apenas explica el 13% de esa reducción.

En esta entrega sustentaremos por qué discrepamos de esta explicación.  Utilizando el modelo de equilibrio general de PREDICEperú, analizamos la evolución de la pobreza monetaria en el Perú desde el 2001 y su probable evolución hasta el 2021, para aportar al debate sobre la priorización entre los gastos sociales y la inversión pública en infraestructura.   Es importante remarcar que la priorización de los gastos sociales no significa la eliminación de la inversión pública como tampoco la priorización de la inversión pública significa la eliminación de los programas sociales sino la distribución de recursos del Estado a cada una.

Según el INEI la pobreza monetaria se define como el número de personas que residen en hogares cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos y no alimentos. De acuerdo con esta definición, las personas que están por debajo de la línea de la pobreza son aquellas cuyos ingresos no cubren la canasta básica. 

En el gráfico 1 se presenta la evolución de la pobreza monetaria como porcentaje de la población total, el índice de pobreza. Se observa claramente un aumento del porcentaje de pobres  durante el periodo de Toledo a pesar del crecimiento económico registrado en su periodo (este resultado se ha utilizado como ejemplo de que el crecimiento del PBI no necesariamente reduce la pobreza).

Durante el periodo de García se observa una significativa reducción de la pobreza gracias al robusto crecimiento económico (este es un claro ejemplo de como el crecimiento del PBI reduce la pobreza monetaria). Durante el actual gobierno de Humala la reducción de la pobreza se ha desacelerado  y lo más  probable que en el 2015 el nivel de pobreza se haya estancado en similares niveles a los registrados en el 2014 a pesar de los elevados gastos sociales del gobierno.

En la tabla 1 se presentan los gastos sociales del gobierno por programa incluyendo los programas de educación, salud y Promoción y Asistencia Social y Comunitaria (programas de inclusión social como Juntos, Pensión 65, etc.). En esta tabla se puede apreciar que los gastos sociales en el periodo de Toledo y García crecieron en promedio alrededor de 8.3% al año en términos nominales, es decir tasas muy cercanas al crecimiento nominal del PBI. En contraste en lo que va del gobierno de Humala (datos hasta el 2014) los gastos sociales crecieron en promedio 32.2% al año, muy por encima del crecimiento del PBI nominal.

La evolución de  los gastos en Promoción y Asistencia Social y Comunitaria, es aún más saltante. Mientras que en los gobiernos de Toledo y García crecieron a un promedio de 8.8% anual similar al crecimiento de los gastos sociales totales, en lo que va del gobierno de Humala este rubro ha crecido en promedio 75.8% al año hasta 2014   y todo parece indicar que su crecimiento ha continuado en el 2015 y en lo que va del 2016. En el gráfico 2 se observa claramente que el crecimiento exponencial de gasto social, especialmente el del gasto en inclusión social en los últimos años no se ha traducido en una significativa reducción de la pobreza. 

¿A partir de estos datos podemos establecer en forma objetiva cuál es el factor más relevante en la reducción de la pobreza? Si podemos. Para ello estimamos una ecuación econométrica que defina la correlación para el periodo 2002 – 2014 entre la pobreza y los factores candidatos a explicar la reducción de la pobreza en este periodo. Los factores seleccionados son el PBI per cápita (a mayor PBI per cápita se esperaría menor pobreza); los gastos per cápita en Educación y Salud (a mayor gasto en Educación y Salud se esperaría menor pobreza);  los gastos per cápita en programas de Inclusión Social  (a mayor gasto en programas de Inclusión Social se esperaría menos pobreza) y finalmente la inflación que modifica la línea de pobreza (a mayor inflación la línea de pobreza se eleva y por lo tanto se esperaría mayor pobreza).

Los resultados de la estimación econométrica que establecen el grado de correlación y relevancia  de cada uno de los factores que explican la pobreza indican,  que el crecimiento del PBI per cápita es el factor más importante en la explicación de la reducción de la pobreza. Los gastos en educación y salud también explican la reducción de la pobreza pero en menor medida. La inflación por su lado hace aumentar la pobreza en la medida que hace aumentar la línea de la pobreza. El único factor que presenta resultados contradictorios es el gasto en programas de inclusión social. El nivel de correlación con la disminución de la pobreza es mínimo. Los resultados econométricos revelan que el crecimiento del PBI es claramente  más relevante que el gasto en inclusión social como factor determinante de la reducción de la pobreza.

El caso del Perú no es el único, los resultados negativos en términos de reducción de la pobreza de la priorización de los gastos en inclusión social en Venezuela, Brasil, y Argentina son claros ejemplos de la poca relevancia que tiene los gastos de inclusión social sobre la reducción de la pobreza en el mediano plazo. Se argumenta que la ineficiencia en el gasto en inclusión social (programas sociales no son bien implementados) es la causa por la que los resultados estadísticos sean contrarios a la priorización del gasto en inclusión social sobre el crecimiento económico. Sin embargo la ineficiencia y los casos de corrupción parecen ser una constante en este tipo de programas. Sus actividades terminan beneficiando mayormente a los que no son pobres. Adicionalmente estos programas sólo tienen un efecto temporal y no propician el aumento de la productividad. La pobreza vuelve en el momento en que el gobierno suspende la aplicación de estos  programas.

Utilizando los resultados econométricos antes descritos conjuntamente con el modelo de equilibrio general de PREDICEperú y asumiendo que el gobierno continúa con la priorización de los gastos sociales sobre la inversión, hemos proyectado la evolución de la pobreza para el resto del periodo de análisis (2016 – 2021). Los resultados se presentan en el gráfico 1 y éstos indican una lenta reducción de los niveles de pobreza como consecuencia de las magras tasas de crecimiento del PBI que se esperan en este periodo consecuencia de un escenario internacional estancado, el resurgimiento de la inflación y falta de inversión pública y privada.

En conclusión, los resultados estadísticos en el caso del Perú parecieran indicar que la estrategia de priorización de los gastos sociales sobre la inversión en infraestructura como medio de la reducción de la pobreza no viene dando los resultados esperados por el  gobierno de Humala. En otras entregas hemos demostrado como la inversión en infraestructura (especialmente carreteras de acceso, obras de irrigación y comunicación telefónica celular a distritos más  pobres) no sólo da trabajo a los pobladores de estas zonas sino que aumenta su productividad creando un círculo virtuoso de crecimiento del PBI y reducción de la pobreza. 

Resta saber si el gobierno entrante modificará esta estrategia o continuará con la que ha venido practicando el actual gobierno. Lo único cierto es que dado el escenario internacional de bajo crecimiento económico, no habrá espacio fiscal para incrementar significativamente las inversiones en infraestructura y al mismo tiempo continuar con el crecimiento exponencial de los gastos en inclusión social.  

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