Linterna de Popa 420
Jorge Baca Campodónico
Noviembre de 2023
Volver a Creer, Volver a Crecer
¿Cómo salir de este entrampamiento?
El lema de la edición 61 del foro empresarial CADE, que se llevó a cabo esta semana en Urubamba, fue “Volver a creer, volver a crecer”, buscando impulsar la inversión privada y restablecer la confianza en las instituciones. A pesar de la buena voluntad y los mejores deseos de los organizadores, la nueva edición del CADE no pudo tener un peor augurio. En septiembre el PBI se redujo en 1.3%, la peor caída mensual en lo que va del año, marcando y la quinta caída consecutiva de este indicador. Y las perspectivas para el mes de noviembre no son buenas, si nos guiamos por la demanda de electricidad, cuya variación anual se muestra en el Gráfico 1. En lo que va del mes de noviembre este indicador registra una caída del 1.0%, lo cual permite anticipar que en este mes el PBI registraría caídas superiores a la registrada en septiembre, con lo que se confirma que el PBI terminará el año con una caída anual superior al 0.5%.
En este contexto, algunos lectores me han consultado si sería posible que el PBI peruano se duplique en los próximos 10 años. En el siglo pasado, el mayor crecimiento que tuvo el Perú en un período de 10 años fue 85.9%, entre 1947 y 1957. Durante el gobierno de Fujimori llegamos a crecer 53.1% (1992 – 2002) y en el segundo gobierno de García (2003 – 2013) llegamos a 85.8%. Sin embargo, llegar a crecer 100% en 10 años es económicamente factible, como lo han hecho varios países asiáticos. Para ello se debe crecer a un ritmo promedio de 7.1% anual.
Para ilustrar este escenario es bueno comparar el crecimiento esperado del PBI de Chile con el crecimiento deseado del PBI peruano para los próximos años. En el Gráfico 2 se presenta la evolución del PBI de Chile y Perú en millones de dólares utilizando los datos del FMI para el periodo 2010—2024. A partir del 2025 hasta el 2034 se asume que el Perú crece al 7.1% por año, mientras que Chile crece a su tasa histórica de 3 por ciento por año.
Observamos que, bajo estos supuestos, el PBI total del Perú superaría al PBI de Chile en el 2031. Para alcanzar el PBI per cápita de Chile se necesitarían 5 años más es decir continuar con los mismos supuestos hasta el 2039. Esta fue la meta que se fijó Alan García en el 2006. Lamentablemente este objetivo se truncó con Humala y su política anti minera que los gobiernos que lo han sucedido no han sabido enmendar.
¿Cómo lograr esta meta en 10 años? Existen cuatro factores estratégicos para alcanzar este objetivo, tres económicos y uno extraeconómico. El primer factor es el crecimiento de la población en el Perú y que se traduce en una incorporación de 300,000 trabajadores al mercado laboral al año. Por lo tanto solo por crecimiento vegetativo el Perú debería crecer entre 1 a 1.7% anualmente.
El segundo factor es la inversión. Para crecer 7.1% se requiere una tasa de inversión próxima al 40% del PBI. En el Perú, en el mejor de los años la inversión ha representado 29% del PBI (se logró con la creación de las AFP, EsSalud e inversión extranjera). El tercer factor económico es la Productividad Total de los factores, que es la clave para lograr crecer 100% en 10 años.
¿Como lograr que la productividad crezca 70% en 10 años? La respuesta está en una mejor educación, mejor salud y sobre todo, eficiencia institucional. El problema es que una buena educación no se consigue en 10 años, menos aún con la educación pública que tenemos. Igual podemos decir de la eficiencia institucional: la ley de descentralización ha sido un desastre y la gestión del sector público es un fracaso.
Finalmente el factor extraeconómico, que es indispensable es lograr la igualdad de oportunidades para todos y en eso si estamos como el cangrejo. Las brechas entre la educación pública y la privada se agrandan, lo cual limita la igualdad de oportunidades, impide la mejora de la productividad, fomenta la corrupción y aumenta la tensión social.
La peor productividad la tenemos en el campo. Si no logramos aumentar significativamente la productividad de los campesinos (para por lo menos igualarla con la productividad de la agricultura moderna de nuestras exportaciones agrícolas) no podremos crecer al 7.1% anual. Los países asiáticos lograron su rápido crecimiento aumentando significativamente la productividad de su sector agropecuario.
¿Como lograr el aumento de la productividad del sector agropecuario? La respuesta está en una masiva educación de los campesinos tanto en leer y escribir como en técnicas de producción agropecuaria. La siembra y cosecha de agua, el riego tecnificado y el uso apropiado de semillas y fertilizantes es lo que permitiría aumentar la productividad en el corto plazo. Es lo que el economista Rosenstein-Rodan le llamó el “Big-Push” que, por sus efectos multiplicadores (mayor demanda del sector agropecuario), genera un circulo virtuoso sobre el sector manufactura y servicios.
Pero aun en este escenario, nos falta algo para lograr el 7.1% de crecimiento anual. Y ese algo es la plena integración de los peruanos que permita igualdad de oportunidades y la eliminación de la tensión social. Mientras tengamos un sistema educativo que genera diferencia de oportunidades y aumenta la brecha entre los pobres y ricos, no podremos lograr ese aumento de productividad requerido en todos los sectores. Esa diferencia de oportunidades es la que genera la corrupción y la ineficiencia.
Para solucionar esa brecha de oportunidades necesitamos algo drástico, de otra forma los beneficios de la inversión en minería e hidrocarburos no darán frutos. El mal uso del canon es la mejor prueba de ello. Roosevelt en 1932 propuso el “Civil Conservation Corps” (CCC) para plantar millones de árboles, construcción de pequeños caminos y reservorios, para enseñar técnicas de manejo de suelos y extensión agrícola, pero al mismo tiempo permitió al pobre y al rico compartir la experiencia de ayudar a los más necesitados. En los EUA se aplicó a 9 millones de americanos durante 10 años.
En el Perú se podría crear un Servicio Civil de Solidaridad orientado a fomentar la unión entre peruanos y generar la igualdad de oportunidades a través de la ayuda a los más necesitados. Este programa se aplicaría a los 300,000 peruanos que cada año se integran a la fuerza laboral, y la única forma de hacerlo sería con la participación de las Fuerzas Armadas, que tienen la capacidad logística y la disciplina necesarias para administrar un gran número de hombres y mujeres.
Esta estructura permitiría contrarrestar el sesgo socialista en la actual educación pública, permitiría integrar a las futuras generaciones de peruanos de todos los niveles de ingresos y dar igualdad de oportunidades a todos. Como en muchos países de Europa y Asia, el servicio tendría que ser obligatorio para hombres y mujeres de toda condición y recibirían un sueldo mínimo mensual con todos sus beneficios (es decir serian trabajadores formales), comida, vestido, salud y educación durante 12 meses. Los universitarios podrían tener una postergación, pero no exoneración del servicio.
Las Fuerzas Armadas se encargarían de organizar campamentos para los 300,000 conscriptos, que tomando en cuenta que existen 1,874 distritos se distribuirían en aproximadamente 2,000 campamentos de un promedio de 150 personas cada uno, a lo largo y ancho del país.
Financieramente es perfectamente viable con la producción de estos campamentos en obras de reforestación, pequeños caminos, reservorios, postas de salud, refacción de casas, escuelas, muros de contención, y otras obras sociales. Un sueldo mínimo, incluyendo beneficios, significa 18,000 soles anuales por persona x 300,000 = 5,400 millones de soles = 1,500 millones de US$, que es perfectamente manejable, sobre todo considerando el rédito que se obtendría con la mejora de productividad de las próximas generaciones sin tener que esperar tanto con el sistema educativo actual que además adolece de los problemas que conocemos. Es verdad que el programa que se propone incide sobre la libertad individual, pero ese es el precio por pagar si queremos tener un país próspero e inclusivo. Se podría empezar con un plan piloto, de carácter voluntario, que permita desarrollar procedimientos y medir resultados. (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).