Linterna de Popa10
Jorge Baca Campodónico
Noviembre de 2015
La distorsión de los Precios Relativos
Por qué unos precios suben más que otros
En una economía de libre mercado, los precios son el resultado de la libre interacción de la oferta y la demanda. Cuando no existe libre mercado, sea por la presencia de monopolios o por intervenciones del estado (control de precios), se produce una distorsión de precios relativos. El precio relativo es la relación en términos de índices (para hacerlos comparables) de los precios de dos o más productos. Si por ejemplo en un período dado el precio del pan permanece estable y el del pollo sube 20%, entonces decimos que el incremento del precio relativo del pollo es 20% mayor que el del pan.
Grandes distorsiones de precios relativos en una economía son síntomas de ineficiencia (falta de libre competencia) y presión inflacionaria. Una gran distorsión de los precios relativos de los principales bienes de un país (salario, tipo de cambio, agua, energía, telecomunicaciones, tasa de interés, etc.) generalmente se asocia a pérdida de competitividad de la economía. En periodos de estabilidad económica y ausencia de controles del estado los precios relativos tienden a estar poco distorsionados. Es decir, el equilibrio de los precios relativos es sinónimo de estabilidad económica.
En el gráfico de la izquierda se presenta la evolución del Salario Mínimo, la tarifa de teléfono y la tarifa de agua con relación al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este gráfico revela claramente que el Salario Mínimo y las tarifas de agua en el periodo entre Enero de 1995 y Octubre de 2015 han crecido 150% por encima de la inflación medida por el IPC. En contraste, las tarifas de teléfono se han reducido en 50% en el mismo periodo.
Si en lugar de utilizar el IPC como precio de referencia utilizamos el tipo de cambio del US$ como referencia los resultados son aún más alarmantes. En el gráfico de la derecha se presenta la evolución de los precios relativos de los mismos bienes en relación al tipo de cambio del US$. En este caso, el Salario Mínimo y la tarifa del agua, en el periodo entre Enero de 1995 y Octubre de 2015, han crecido 300% por encima del tipo de cambio del US$. En el caso de las tarifas de teléfono, medidas en relación al tipo de cambio, se han reducido 22% en el mismo periodo.
¿Qué mensaje podemos extraer de esta distorsión de precios relativos? En primer lugar, la distorsión entre las tarifas del agua y las tarifas de teléfono revela que mientras en el caso de las tarifas de teléfono tenemos un mercado competitivo con una adecuada regulación, en el caso de las tarifas de agua enfrentamos un mercado poco competitivo y sin una adecuada regulación.
Dejando de lado los avances tecnológicos en el área de telecomunicaciones que han aumentado la eficiencia de este servicio, la privatización de las empresas estatales de telecomunicaciones en los 90 ha permitido una mayor eficiencia en este mercado. La entrada de nuevos competidores, posterior a la privatización, ha posibilitado una mayor competencia evitando una distorsión de sus precios relativos. El mercado competitivo de las telecomunicaciones ha sido complementado por una adecuada regulación por el ente estatal (OSIPTEL).
Lo mismo no se puede decir sobre el mercado del agua potable. SEDAPAL continúa en manos del estado como lo están la mayoría de las empresas de agua regionales. En esta situación, difícilmente el ente regulador puede cumplir su función. Como consecuencia el porcentaje de cobertura (porcentaje de la población con instalaciones de agua potable) es bajo y el porcentaje de pérdidas por conexiones clandestinas o ineficiencias en la red de tuberías es alto. Todo lo anterior tipifica una quiebra del libre mercado resultado de la presencia monopólica de las empresas del estado que se traduce en una clara distorsión de los precios relativos en este sector.
En el caso del salario mínimo, si dejamos de lado las ganancias de productividad que la mano de obra ha tenido en el país en los últimos 20 años, es evidente que un crecimiento de 300% en el precio relativo de la mano de obra en relación al tipo de cambio en US$ constituye una pérdida de competitividad en relación a nuestros socios comerciales que se traduce en menos exportaciones. La elevación del tipo de cambio en los últimos meses viene ayudando a corregir la distorsión de los precios relativos del salario mínimo. En este contexto, una elevación del salario mínimo, sería contraproducente.
La metodología de los precios relativos utilizada en el presente artículo puede ser aplicada a otros bienes como los alimentos, las medicinas, la gasolina, la tasa de interés, y otros. Esta metodología nos permite determinar el grado de libre competencia en estos mercados. En próximas entregas ampliaremos este análisis a los bienes mencionados.