Linterna de Popa 029

Linterna de Popa 29

Jorge Baca Campodónico

Abril de 2016

Productividad del Agro y PBI per cápita

¿Cuán importante es la productividad del agro en el crecimiento del PBI?

En entregas anteriores hemos identificado que la informalidad en el caso peruano está concentrada en el sector agropecuario y pesca.  Se estima que existen más de 4 millones 570 mil trabajadores en el sector agropecuario y pesca informal.   La informalidad está asociada a la baja productividad y es la principal causa del bajo PBI per cápita peruano.

En esta entrega comparamos la productividad del sector agropecuario y pesca peruano con la productividad de los principales países de América Latina. Nuestro objetivo es establecer que los países más prósperos de la región, en términos de PBI per cápita, son los que tienen mayor productividad laboral en el sector agropecuario y pesca y por lo tanto se puede inferir que para garantizar el crecimiento del PBI en el mediano plazo el gobierno debe priorizar la formalización de este sector y aumentar su productividad.

La productividad del agro se define como la relación entre la producción del agro y la cantidad o valor de los insumos que se utilizan para su producción. La productividad se puede medir con relación al valor total de los  insumos (Productividad Total de los Factores) o con relación a determinados insumos como la cantidad de hectáreas de tierra, la cantidad de trabajadores, la cantidad de fertilizantes, la cantidad de tractores, etc. En esta entrega nos concentramos en la productividad laboral del agro definida como la relación entre el valor de la producción agropecuaria y pesca y el número de trabajadores.

El aumento de la productividad del sector agropecuario no sólo permite reducir la pobreza de los  trabajadores de este sector pero  también permite reducir los  precios de los alimentos y por lo tanto aumentar el poder adquisitivo de toda la población. El aumento de la productividad del agro  está asociado al crecimiento económico sostenible. En los EUA la productividad del agro creció a una tasa de 2.5% anual entre 1950 y el 2000. Cada trabajador agrícola en los EUA en el año 2000 produjo, en promedio, 12 veces más que en el año 1950. Similares historias se han registrado en toda Europa, Japón, China y más recientemente en la India.

En el Perú en el periodo 1968 – 1990 como consecuencia de la reforma agraria la productividad del agro retrocedió significativamente. Solo a partir de 1993 con la nueva Constitución es que la tendencia decreciente de la productividad del agro se ha revertido. Sin embargo la informalidad en el agro y la pesca se han mantenido y es la principal causa de la baja productividad en este sector. Actualmente subsisten un reducido sector formal con alta productividad y un inmenso sector informal microfundista con niveles de productividad bajísimos.

En la Tabla 1 se presentan la productividad laboral medida en US$ dólares,   la PEA del sector agropecuario y pesca como  porcentaje de la PEA total y el PBI per cápita en US$ dólares de los principales países de América Latina. Los países están ordenados por su nivel de productividad laboral en forma decreciente.

Para una mayor claridad, el PBI total per cápita de cada país de la Tabla 1 ha sido graficado como  función de la productividad laboral del sector agropecuario y pesca (Gráfico 1). Este gráfico muestra claramente que los  países de la región con mayor PBI per cápita son los que tienen mayor productividad laboral en el sector agropecuario y pesca.

Por otro lado la tabla 1 muestra que los países de la región con mayor PBI per cápita son los países que tienen menor participación porcentual de trabajadores empleados en el sector agropecuario y pesca en la PEA.  En ambos casos el Perú se encuentra en la categoría de países con menores PBI  per cápita como consecuencia de la baja productividad laboral del sector agropecuario y pesca y de su alto porcentaje de trabajadores en este sector.

La tabla y el gráfico  ilustran claramente la posición de retaguardia del Perú en comparación a la mayoría de países de la región.  Por el lado positivo sin embargo la Tabla 1 ilustra el elevado potencial que tiene el Perú en términos de crecimiento económico de lograrse un significativo aumento de la productividad en el sector agropecuario y pesca.

El potencial de crecimiento del PBI per cápita del Perú como consecuencia del aumento de productividad se multiplica debido al elevado porcentaje de la PEA que trabaja en el sector agropecuario y pesca.  La experiencia de los países desarrollados indica que el aumento de productividad del sector agropecuario no sólo disminuye la pobreza sino que también la desigualdad debido a que los trabajadores agropecuarios se encuentran localizados en los sectores más pobres de la sociedad.  Sin embargo también se esperaría una reducción de la participación de los trabajadores del agro en la PEA total como consecuencia del aumento de la productividad.

¿Cómo lograr el aumento de productividad del sector agropecuario y pesca? La experiencia de los países desarrollados indica que el aumento de la productividad del agro se da con la capitalización de las unidades productivas. Dicha capitalización se da a través de la construcción de reservorios, canales de irrigación, semillas seleccionadas, fertilizantes, equipos de irrigación y riego por aspersión y goteo, invernaderos, mejores canales de comercialización y acceso a los mercados financieros. La capitalización exige la formalización de las unidades productivas. En el caso del Perú, el bajo nivel inicial de capitalización de las unidades productivas, reflejado en el alto nivel de informalidad del sector, requiere la intervención del Estado para romper las fallas del mercado que impiden el acceso de las unidades productivas informales del sector al mercado financiero.

Las fallas de mercado que impiden la capitalización del agro se lograron romper en los países desarrollados a través de economías de escala obtenidas al aumentar el tamaño de las unidades productivas o mediante la masificación de los servicios de asesoramiento y apoyo a los pequeños agricultores mediante programas de extensión agrícola.  En el Perú, se requiere un esfuerzo similar para lo cual se cuenta con la experiencia de los logros de Sierra Productiva y Sierra Exportadora. La formalización permitirá que las unidades productivas accedan al crédito para financiar los reservorios, canales de irrigación, semillas, equipos de irrigación y riego por goteo e invernaderos. Corresponderá a los equipos de técnicos en extensión agrícola identificar las tecnologías agrícolas más apropiadas, así como las variedades de cultivos que más se adecuan a cada unidad agrícola. Dada la magnitud de la tarea se requiere que el servicio de extensión agrícola esté en manos de los graduados de las universidades e institutos de agricultura y pesca. Para canalizar todo este esfuerzo, se podría aplicar el régimen que se aplica actualmente en el sector salud (SERUM) al sector agropecuario y pesca.

Resta saber si el nuevo gobierno estará en condiciones de implementar un programa de esta naturaleza en el corto plazo. Para ello se necesitarán aprobar las leyes y el presupuesto que permitan la masificación del programa. La principal barrera será la burocracia y tramitología que se hereda del saliente gobierno.

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