Linterna de Popa 474

Linterna de Popa 474

Jorge Baca Campodónico

Diciembre de 2024

Remuneración Mínima e Inflación

Prueba ácida para la política monetaria del BCRP

El gobierno anunció esta semana el incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) a partir del primero de enero de 2025. La RMV sube 10.25 %, de 1,025 a 1,130 soles mensuales. Este incremento de la RMV se da en un contexto de inflación controlada (2.3%), tipo de cambio estable (3.76 soles por US$) y balanza comercial superavitaria, pero con una economía aun débil (crecimiento del PBI de alrededor de 3%), un déficit fiscal muy elevado (3.9% del PBI) y un presupuesto público para el 2025 con un gran déficit de apertura que ha sido motivo de críticas del Consejo Fiscal y que el incremento de la RMV contribuirá a que sea aún mayor.

El impacto del aumento de la RMV en la tasa de desempleo y el aumento de la informalidad laboral es bastante conocido. Los pequeños y medianos empresarios formales, debido a su baja productividad, no pueden afrontar un aumento de la remuneración de sus trabajadores y se ven forzados a recurrir al trabajo informal. Esto se traduce en un aumento de la informalidad o en cierre de pequeñas y medianas empresas que no son competitivas en el mercado formal.

Sin embargo, el impacto del aumento de la RMV sobre la inflación es menos conocida pero igualmente perjudicial. En esta entrega exploramos el impacto del salario mínimo en la inflación mediante la identificación de los factores que inciden en la inflación acompañando al incremento de la RMV y la dinámica de estos factores proyectada para el 2025. De esta manera analizaremos los efectos directos e indirectos de los ajustes del salario mínimo, el papel de las políticas monetaria y fiscal, la realimentación de los precios al consumidor y el contexto macroeconómico más amplio.

 Cuando se aumenta el salario mínimo, existe evidencia empírica de que el salario promedio del país aumenta tanto en el sector formal como el informal. Como consecuencia, los empleadores enfrentan gastos salariales más altos, lo que puede traducirse en precios más altos para los consumidores (Cost-push inflation).

Por otro lado, la inflación impulsada por la demanda surge cuando el aumento de la demanda agregada no es acompañado por aumentos de productividad, impulsando los precios al alza. Un salario mínimo más alto puede aumentar los ingresos de los trabajadores, especialmente de los trabajadores con bajos salarios, lo que lleva a un mayor gasto de los consumidores. Este aumento del ingreso disponible puede elevar la demanda agregada de bienes y servicios, lo que podría dar lugar a una inflación impulsada por la demanda, si es que no hay un correspondiente aumento de la productividad.

El porcentaje de traslado de los mayores costos laborales a los precios al consumidor depende de varios factores, entre ellos la elasticidad precio de la demanda, la competencia en el mercado y los márgenes de beneficio. La gran mayoría de pequeñas empresas no están en condición de absorber el aumento de los costos para evitar perder clientes, lo que resulta en el cierre de estas o en el incremento de la informalidad laboral.

En este contexto, el papel de la política monetaria y fiscal es crucial para comprender el impacto de los aumentos de la RMV en la inflación. Los bancos centrales vigilan las presiones inflacionarias y ajustan su tasa de interés de referencia para lograr la estabilidad de precios. Una política monetaria “acomodaticia”, que abarate el costo del dinero, puede amplificar el impacto inflacionario de los aumentos de la RMV, mientras que una política más restrictiva puede contrarrestarlo. Sin embargo, hay que considerar que el impacto del ajuste de las tasas de interés no es inmediato y toma un tiempo para surtir efecto.

La dinámica del tipo de cambio también puede influir en el impacto de los aumentos del salario mínimo en la inflación. Una moneda nacional más fuerte puede reducir el costo de los bienes importados, compensando algunas de las presiones inflacionarias derivadas del aumento de los salarios, pero restando competitividad a los productores nacionales. El incremento de la RMV, en un entorno de tipo de cambio estable, aumenta el costo de la mano de obra medida en dólares y también resta competitividad frente a las importaciones. Por el contrario, una moneda más débil puede exacerbar la inflación, al aumentar los precios de las importaciones, pero puede favorecer la producción nacional.

Al igual que la política monetaria, la política fiscal juega un papel determinante en el impacto del aumento de la RMV. Una política fiscal expansiva (aumento del déficit fiscal) puede exacerbar el impacto inflacionario de un aumento de la RMV. Por el contrario, una política fiscal restrictiva (reducción del déficit o registro de un superávit fiscal) reduce la demanda agregada y contrarresta la inflación.

Utilizando las estadísticas disponibles hemos estimado una relación econométrica entre la inflación del IPC de Lima Metropolitana de los últimos 12 meses y sus principales factores determinantes: (i) RMV; (ii) Tasa de Interés de Referencia del BCRP; (iii) déficit fiscal como porcentaje del PBI; y (iv) tipo de cambio.

Adicionalmente hemos incluido la inflación en el período anterior para reflejar la persistencia de la inflación anualizada (no cae bruscamente de un mes para otro). Las variables determinantes han sido incluidas con diferentes rezagos para modelar el impacto retardado sobre la inflación de los factores determinantes. Con esta ecuación hemos alimentado nuestro modelo PREDICE para simular la evolución de la inflación bajo 5 diferentes escenarios (ver Gráfico 1).

El primer escenario lo hemos definido como el “Baseline” (línea punteada en azul) y refleja la continuación de las políticas monetarias y fiscales durante el 2025. En este escenario, el BCRP disminuiría su tasa de referencia de los actuales 5% a 3.5% a finales del 2025. El tipo de cambio se mantendría alrededor de 3.76 durante el 2025 y los términos de intercambio (precios de nuestras exportaciones versus precios de nuestras importaciones) se mantendrían en los actuales niveles. El déficit fiscal se mantendría en 4% del PBI. En este escenario la inflación a fines de 2025 llegaría a 3.1%.

El segundo escenario “Tasa Ref.” (línea verde) corresponde a la simulación de una reducción acelerada de la tasa de referencia del BCRP (2% a fines de 2025) manteniendo las otras variables iguales a las del escenario Baseline. Bajo este escenario la inflación llegaría a 3.2%

El tercer escenario “Déficit” (línea naranja) corresponde a la reducción del déficit fiscal a 2% del PBI. En este caso la inflación llegaría 3.0%. El cuarto escenario corresponde a una devaluación del sol del 6% que equivale a un tipo de cambio de 4 soles por US$ a fines de 2025. En este escenario la inflación llegarías a 3.15% en 2025.

El quinto escenario “Mixta” (línea gris) corresponde a una combinación de política monetaria menos expansiva (tasa de referencia en 4.5% a fines de 2025) y a una política fiscal de reducción del déficit para 1.8% para el 2025. En este escenario mixto, la inflación llegaría a 2.85% a finales de 2025.

La relación entre los aumentos del salario mínimo y la inflación es compleja y multifacética, e influye en una serie de factores teóricos, empíricos y contextuales. Nuestra simulación nos indica que de continuarse con las políticas monetaria y fiscales actuales, el incremento de 10% de la RMV se traduciría en un aumento de la inflación de 2.3% en diciembre de 2024 a 3.1% en diciembre de 2025. Este incremento de la inflación podría ser mitigado con apropiadas políticas monetarias y fiscales.

Si bien los salarios mínimos más altos pueden provocar una inflación impulsada por los costos y la demanda, la magnitud y la persistencia de estos efectos dependen de diversas dinámicas económicas, incluidos los impactos específicos del sector, el aumento de la productividad, la política monetaria y las política fiscal. Los formuladores de políticas deben diseñar e implementar cuidadosamente políticas de salario mínimo, teniendo en cuenta el incremento de productividad, las variaciones regionales y sectoriales, y las medidas económicas complementarias, para equilibrar los objetivos de mejorar los niveles de vida de los trabajadores y mantener la estabilidad de precios. Nuestras autoridades tienen la palabra. (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).

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