Linterna de Popa 353

Linterna de Popa 353

Jorge Baca Campodónico

Julio de 2022

Economía en una Lección

Por qué las izquierdas odian el modelo neoliberal

Para los socialistas el sistema capitalista es el diablo. El modelo neoliberal es el origen de todos nuestros males. En nuestro medio, dominado por socialistas de todos los espectros, esta percepción ha calado profundo. Desde los comunistas hasta los “caviares” difunden esa visión. El llamado a la Asamblea Constituyente tiene como objetivo destruir el modelo liberal consagrado en la Constitución de 1993. El odio al fujimorismo es el odio a la Constitución de 1993, principal legado de Alberto Fujimori y al innegable progreso que generó.

En el plano ideológico, la batalla por el modelo neoliberal se da en el campo económico. En 1946, el periodista americano, Henry Hazlitt publicó el libro “Economía en una Lección” basado en la obra del economista francés Frederic Bastiat, “Lo que se ve y lo que no se ve”.

Según Hazlitt, la economía puede reducirse a una sola lección que se puede resumir en la siguiente oración: “El arte de la economía consiste en observar no sólo los efectos inmediatos sino también los más duraderos de cualquier acto o política y de rastrear las consecuencias de estas políticas, no sólo para un grupo, sino para todos los grupos.”

La gran mayoría de las falacias económicas que se utilizan para denostar del modelo económico y que están causando un daño terrible en nuestro país actualmente son el resultado de ignorar esta lección. Todas esas falacias se derivan de mirar solo las consecuencias inmediatas de un acto o propuesta e ignorar sus consecuencias de largo plazo, y la de mirar las consecuencias solo para un grupo en particular en desmedro de otros grupos.

En nuestro medio, lamentablemente los “malos” economistas presentan sus falacias al público mejor que los “buenos” economistas presentan sus verdades. Los demagogos y populistas suelen ser más convincentes al presentar sus falacias económicas que los economistas serios que intentan mostrar lo que está mal con ella. La razón de esta situación es que los demagogos y los malos economistas están presentando medias verdades. Están hablando sólo del efecto inmediato de una política propuesta o su efecto sobre un solo grupo de la sociedad y lo peor es que las presentan como si fueran los poseedores de la única verdad. Se autodenominan “la reserva moral de la nación”.

¿Qué hacer para contrarrestar esta situación?  La respuesta obvia es aclarar y corregir la verdad a medias expuesta por los demagogos con la otra mitad que se deja de decir. Pero considerar los efectos directos e indirectos de las medidas propuestas por los populistas y malos economistas a menudo requiere una cadena de razonamiento larga, complicada y aburrida, requiere del uso de modelos de equilibrio general altamente complejos y poco comprensibles para el ciudadano de a pie. Como consecuencia, la mayoría de la audiencia encuentra esta cadena de razonamiento difícil de seguir y pronto se aburre y le da la razón al bando de los demagogos.

Hazlitt en su libro “Economía en una lección” propone utilizar ejemplos simples que ilustren estas situaciones de medias verdades. A través de estos ejemplos se puede aprender a detectar y evitar primero las falacias más crudas y palpables y finalmente algunas de las más sofisticadas y esquivas. Como Jesucristo, a veces hablar en parábolas es mas elocuente que toda una exposición técnica.

El ejemplo más simple posible es la paradoja del “vidrio roto” propuesta por Bastiat. Un niño arroja un ladrillo y rompe la ventana de una panadería. Una multitud se reúne y mira el enorme agujero en la ventana y el vidrio roto sobre el pan y los pasteles. La multitud comienza a reflexionar. ¿Cuánto cuesta una nueva ventana de vidrio? ¿Doscientos cincuenta dólares? Entonces el vidriero tendrá 250 dólares más para gastar con otros comerciantes, y estos a su vez tendrán 250 más para gastar con otros comerciantes incluyendo el panadero, y así hasta el infinito. La ventana rota seguirá proporcionando dinero y empleo en círculos cada vez más amplios. La conclusión lógica de todo esto sería, que el niño que arrojó el ladrillo, lejos de ser una amenaza pública, es un benefactor público y el panadero lejos de quejarse debería agradecer la reactivación de la economía.

Ahora echemos otro vistazo. La multitud tiene al menos razón en su primera conclusión. Este pequeño acto de vandalismo significará, en primera instancia, más negocios para algún vidriero. Pero el panadero ya no tendrá los 250 dólares que planeaba gastar en un nuevo televisor para su familia. Debido a que ha tenido que reemplazar la ventana, tendrá que dejar a su familia sin el televisor. En lugar de tener una ventana y 250 dólares, ahora tiene simplemente la misma ventana que antes tenía y 250 dólares menos en su bolsillo. Si pensamos en él como parte de la comunidad, la comunidad ha dejado de contar con un nuevo TV y, por ende, la comunidad será más pobre de lo que hubiera podido ser. No se ha añadido ningún nuevo “empleo”. La multitud solo pensaba en dos partes de la transacción, el panadero y el vidriero. Se olvidaron del potencial tercero involucrado, el fabricante de televisores. Lo olvidaron precisamente porque ahora no entrará en escena. Verán la nueva ventana en el próximo día o dos. Nunca verán el nuevo TV, precisamente porque nunca se hará.

En muchos actos, nuestras autoridades se asemejan a la actitud del niño vándalo. La falacia de la ventana rota, bajo un centenar de disfraces, es la más persistente en la historia de la economía. Ahí están la antitécnica cuarentena de Vizcarra, la guerra en Ucrania. Esta falacia es reafirmada todos los días por miembros del ejecutivo y el congreso, por gremios empresariales, por líderes sindicales, por columnistas de periódicos y comentaristas de radio y televisión, por profesores de economía en nuestras mejores universidades. En sus diversas formas, todos pontifican sobre las ventajas de la destrucción.

Pero existe otra falacia aún más grande y que también se explica en términos de la paradoja de la ventana rota. Esta falacia es pensar en el “poder adquisitivo” simplemente en términos de dinero. El error más obvio y, sin embargo, el más antiguo y obstinado, en el que se basa el atractivo de la inflación, es el de confundir “dinero” con riqueza. La verdadera riqueza material, por supuesto, consiste en lo que se produce y consume: los alimentos que comemos, la ropa que usamos, las casas en las que vivimos.

Sin embargo, es tan poderosa la ambigüedad verbal que confunde el dinero con la riqueza, que incluso aquellos que a veces reconocen su confusión, volverán a caer en ella en el curso de su razonamiento. Cada persona percibe que si tuviera más dinero, podría comprar más cosas. Y para muchos, la conclusión es que si el gobierno simplemente emitiera más dinero o se endeudara para dar bonos y subsidios, todos seríamos más ricos.  El actual presidente argentino ha declarado que la inflación y la devaluación de la moneda se deben a que la Argentina crece mucho. Sostiene que lo que se tiene es una “crisis de crecimiento”.

La inflación resulta ser simplemente un ejemplo más de nuestra lección central. De hecho, puede traer beneficios por un corto tiempo a los grupos favorecidos, pero solo a expensas de otros. Y a la larga trae consecuencias ruinosas a toda la comunidad. Incluso una inflación relativamente suave distorsiona la estructura de la producción. Conduce a la sobre expansión de algunas industrias a expensas de otras. Esto implica una mala aplicación y un desperdicio de capital. Cuando la inflación colapsa, o se detiene, la inversión de capital mal dirigida ya sea en forma de máquinas, fábricas o edificios de oficinas, no puede producir un rendimiento adecuado y pierde la mayor parte de su valor.   (El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).

Comments

  1. Sería interesante someter el texto a un análisis lógico matemático ya que se esta usando términos como falacia los que son negativos lógicos de otros negativos luego estas falacias son verdaderas.
    Otro si digo es que la recurrencias de los modelos exigen sus antagónicos
    Acción reaccion
    Acudo Base
    Frío calor
    Electrón protón
    Pasado futuro.
    Ya que el presente es t=0 no existe.

    1. la amplia experiencia de la historia reciente y pasada ha sometido el texto al analisis logico matematico con resultados positivos.

  2. En efecto, cuando los buenos economistas muestran al publico datos con graficos y tablas, la audiencia se aburre. Las causas, del lado del publico pueden ser muchas: baja comprension lectora, bajo nivel en analisis matematico y falta de educacion en los conceptos basicos de la economia y las finanzas. Del lado del economista, el arte de saber expresarse y llegar al publico VARIADO es un don de pocos. Resalto lo de “variado” porque muchas veces los profesionales hablan con tecnicismos incluso a los mas ignorantes. Lo notamos en lo mas elemental, cuando hablamos con el medico, el abogado, o cuando queremos adquirir un aparato tecnologico. Nos llenan de palabras nuevas pero tampoco ellos son capaces de hacernos entender , de alguna forma, lo que quieren comunicarnos. Es un asunto de parte y parte.
    No se si usted habra escuchado en youtube al argentino Milei, que rebate a sus oponentes (rojos y caviares) con “datos”, histrionismo y groserias a la hora de hablar. La formula que utiliza Milei parece haber dado sus frutos puesto que lo llevo a coger una curul en el congreso argentino. No estoy sugiriendo que los buenos economistas hagan lo mismo aca (o tal vez haya alguno que se anime a imitarlo), solo reflexiono acerca de la estrategia de contrarrestar a los malos economistas y demagogos con las mismas formas que ellos atacan al capitalismo.

    Yo, lo que veo en la gente, es una falta de conocimiento basico en economia y finanzas. Lo veo en los profesionales de muchas ramas, por ejemplo no tienen ni idea de lo que es mantener a flote una empresa, manejar tarjetas de credito o incluso llevar la contabilidad del dinero que entra y sale de sus manos; y tengo la percepcion que esa manera de ser es mas fuerte en los asalariados dependientes del estado. Ante esa carencia de conocimientos pregunto: los buenos economistas se habran planteado que hacer para “evangelizar” a la gente en las bondades del capitalismo?.

    Los izquierdistas han ganado mucho terreno difamando a la C93 y el progreso economico logrado en el gobierno de Fujimori.
    Una manera de rebatirlo es difundir este link

    HITOS DE LA REFORMA MACROECONÓMICA EN EL PERÚ 1990-2020
    LA RECOMPENSA DE LOS TAMÍAS
    MARCO ORTIZ y DIEGO WINKELRIED (Editores)
    https://tamias.up.edu.pe/

    … cuando ingreso a los videos de youtube del enlace, de los 25 videos, la gran mayoria tienen menos de 600 vistas, y el mas visto apenas pasa las 2500 reproducciones. Creo que a los buenos economistas les falta mas dinamismo para difundir sus ideas.

    gracias por el post

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